En las últimas décadas, los osos polares se han convertido en los iconos más representativos de la lucha contra el cambio climático en la Tierra. El Ártico,
región de mundo donde habitan, es la ubicación donde más rápidamente
está aumentando la temperatura media anual, lo cual se traduce en un deshielo cada vez más veloz que amenaza seriamente la supervivencia de estos formidables animales. Pero… ¿te has preguntado qué le ocurriría a los osos polares en caso de cumplirse los peores vaticinios respecto al derretimiento del hielo ártico?
Los osos polares y el calentamiento global
El oso polar (Ursus maritimus)
es el único oso que es capaz de nadar durante largas jornadas en mar
abierto, técnica que emplea principalmente para desplazarse en busca de
sus presas favoritas, las focas, las cuales habitan gran parte del año
sobre las placas de hielo. Sin embargo, como consecuencia del calentamiento global, cada vez el hielo se hace más fino y dura menos tiempo, lo cual, según algunos estudios, está provocando la disminución de las poblaciones de focas.
Esto ha provocado que muchos vaticinen la desaparición de los osos polares
más temprano que tarde, incluso en fechas tan tempranas como el 2020 en
los casos más pesimistas. Esto se basa en el hecho de que en la época
de más calor, cuando el hielo casi no existe, estos osos se desplazan a
tierra firme, donde apenas cazan y pierden gran parte de su peso
corporal en lo que esperan la vuelta del hielo.
Esta etapa dura
entre cuatro y cinco meses normalmente, pero desde la década de 1980, el
tiempo en tierra firme ha aumentado hasta tres semanas más, y se espera
que de seguir el ritmo del calentamiento, el tiempo de espera se
extienda hasta seis meses o más, matando a un gran número de osos.
¿Sería el fin de los osos polares?
Esto demuestra una gran adaptabilidad por parte de los osos polares y
su capacidad de aprovecharse de manera oportunista de las presas
disponibles, por lo que las sombrías predicciones de su extinción inminente con la desaparición del hielo no parecen ser tan exactas.
No
obstante, está por ver aún si el gasto energético que representa cazar
caribúes y gansos es suficiente en relación con las calorías que
aportan, sobre todo si en un futuro sin hielo estos fueran la base de la
alimentación en momentos que demandan tanta energía, como puede ser la
época reproductiva. La amenaza por lo tanto, aunque matizada, sigue
latente.
¿Crees que este descubrimiento disminuirá la preocupación sobre la situación del oso polar en el futuro inmediato?
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